¿En qué consiste la mediación familiar?

La mediación familiar es un proceso de resolución de conflictos en el ámbito familiar para evitar que se judicialicen con la ayuda de un mediador familiar. Es un sistema alternativo de resolución de conflictos mediante el cual las parejas solicitan o aceptan la intervención de una tercera persona con la intención de llegar a acuerdos que les permitan reorganizar su relación.

Este tipo de mediación se aplica para situaciones conflictivas en el seno de la familia como: una separación o divorcio, para el reparto de una herencia, para acordar cómo repartirse los cuidados de una persona mayor o dependiente, etc.

Gracias a ello se procura evitar el deterioro de la relación mediante la adopción de acuerdos mutuamente satisfactorios. Además, mediante la mediación familiar se evita que la decisión la tome un tercero (juez o árbitro).

La mediación trata de conseguir un acercamiento entre las personas inmersas en un conflicto familiar permitiéndoles clarificar e identificar los intereses en común y, de esta forma, establecer una negociación que desemboque en acuerdos satisfactorios para todas las partes de la familia.

La mediación familiar suele emplearse, sobre todo, para casos de divorcio o separación para evitar que sea un juez que desconoce los intereses y motivaciones de las partes quien tome cualquier decisión.

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