Pasear al perro durante el estado de alarma.

Tras la declaración del estado de alarma para la gestión de la crisis sanitaria ocasionada por el COVID-19, se han ido adoptando medidas de muy diversa índole para lograr superar las graves y excepcionales circunstancias del momento. Entre dichas actuaciones se encuentra la de la limitación de la libertad de circulación de las personas. 

Según el artículo 7 del Real Decreto las personas únicamente podrán circular por las vías o espacios de uso público para la realización de una serie de actividades, siempre individualmente salvo que se acompañe a personas con discapacidad, menores, mayores o por otra causa justificada. Estas actividades permitidas se resumen en: adquisición de alimentos, productos farmacéuticos y de primera necesidad, asistencia a centros sanitarios, desplazamiento al lugar de trabajo y retorno a la residencia habitual, asistencia y cuidado a otras personas y desplazamiento a entidades financieras y de seguro. También permite el Real Decreto, con carácter general, los desplazamientos “por causa de fuerza mayor o situación de necesidad” y “cualquier otra actividad de análoga naturaleza”. Un artículo que no hace mención expresa a las salidas con animales de compañía.

En este sentido, las indicaciones al respecto llegan a ser de lo más contradictorias. El propio Presidente del Gobierno matiza que quienes tienen perro podrán salir para «pasearlo». Y tras él, otros representantes institucionales proceden a aclarar, a través de diversos medios, qué sucede con las salidas con animales de compañía. La Dirección General de los Derechos de los Animales, por su parte,  difunde diversos mensajes a través de sus redes sociales, informando de que durante el estado de alarma podrán realizarse “paseos cortos” con los perros. Por otro lado, el Director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, manifiesta públicamente que con las mascotas sigue siendo posible realizar el «paseo habitual», evitando siempre el contacto con otros animales y personas.

Puede que el matiz se encuentre en el verbo utilizado «pasear» ya que, no se trata tanto de «andar por placer o para hacer ejercicio por un lugar, generalmente al aire libre, despacio y sin un destino determinado» sino de garantizar al animal sus necesidades fisiológicas más básicas (el resto las verá limitadas, como los demás miembros de su familia humana), con la salida que sea imprescindible para ello. Criticarlo por parte de unos, es, probablemente una muestra de  desconocimiento; y abusar de ello por parte de otros, es, de algún modo, insolidario.

Fuente: Abogacía Española Consejo General.
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